Arribé a Milán por el aeropuerto de Malpensa sobre las 10:00 horas. De inmediato abordé un Alfa-Romeo con mi hermana menor para dirigirnos a un escenográfico pueblito que se llama Massa Marittima, a
El principal de mis objetivos era asistir ese mismo día a la puesta en escena de la ópera Don Pascuale; regresar a Milán a la mañana siguiente y un día después llegar a Vinadio, otro pueblito fantástico enclavado en la cordillera que hace frontera con Francia (
Otro objetivo era desde luego, en tan largo recorrido, husmear un poco en el ambiente provincial italiano, haciendo cuanta escala fuera posible, caminando unos minutos, tomando café en el corazón de sus pueblos y conversando sobre temas que dieron sustento a la cultura occidental y que aún, hoy en día, les permite mantener una importante influencia a nivel mundial.
A paso veloz tomé notas y café acerca de Génova (Cristóbal Colón), Portofino (escondite de famosos), Carrara (montañas de mármol y granito), Pissa (torre inclinada), San Galgano (el milagro de la espada clavada en la roca), Sienna (Palio y Duomo), Florencia (Maquiavelo, Miguel Angel, Galileo, Alighieri, Da Vince, Donatello, Rossini, ¡qué grupito!), Monza (autódromo) y Milán (moda e industria). Desde luego que no haré una reseña de cada lugar, que mucho me gustaría, pero no tengo espacio. Así que, ateniéndome a su amable comprensión, trataré de ofrecerle un poco de todo, un “shek”.
No se puede dejar de hacer comparaciones entre lo que se ve en Italia y México. Pero mire usted: el primero es un país de 300 mil km2 con
No se porque pensaba que el maíz solo se conocía por foto en Europa, pero observo en Lombardía y
Otro punto distintivo, es que en México no recuerdo que se importe algún producto del extranjero y lo devolvamos al mundo transformado con un valor agregado. Estos césares si que lo hacen y de tutti-fruti. Importan trigo de Francia y lo devuelven en forma de spaghetti a todo el mundo; lo mismo hacen con el cacao de América o con el café de muchas partes del planeta el cual han desarrollado de manera espectacular no solo en cuanto al producto, si no en relación a sus derivados y accesorios para degustarlo.
Nuestra base poblacional es muy joven y amplia. La de ellos, una nación rica y moderna es, por el contrario, muy pequeña y con crecimiento desde 1985 prácticamente de cero, con algunos años de decrecimiento. Es, por consiguiente, una población que ha envejecido rápidamente con una esperanza longeva de vida al nacer, alrededor de 80 años. ¿Quién va a pagar las pensiones que son crecientes? Problema muy serio que tienen en puerta.
Más puntos opuestos: la industria es el gran apoyo de la economía italiana. Se trata de una industria desarrollada, moderna y diversificada cuya producción en su mayor parte se exporta con destino principalmente a los propios miembros de
Es verdad, querido lector, que nos llevan por lo menos 400 años de ventaja con el agravante de que para los pueblos colonizados han sido casi los mismos años de explotación, sometimiento y saqueo de nuestras riquezas naturales pero, a estas alturas también, ¿no cree usted que se nos pasa la mano de llorones y por ello no podemos destacar en algunas poquitas cosas de las muchas en que destacan los picudos italianos? Y peor aún, ¿Cuándo un montón de esas cosas son producto de la imaginación y no de multimillonarios capitales inalcanzables? Tenemos que hacer algo y pronto.
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