sábado, 29 de mayo de 2010

Quintana Roo: Radiografía de una Campaña Política

El pueblo va por un lado y las campañas políticas por otro, por eso no conectan, no emocionan, vamos, ni siquiera generan esperanzas. La gente no llega de manera espontánea a los mítines y, en cuanto puede, se escabulle. Los candidatos toman nota de lo que el pueblo quiere, pero ellos, campañas van y campañas vienen, parecen no escuchar, obsesionados por obtener el mayor número de votos. Ya con el poder en la mano se verá que puede hacerse.

En el fondo esta desconexión se origina por un procedimiento de selección de candidatos alejado del pueblo. No puede obviarse el que las cosas han cambiado a partir de que en fechas no muy lejanas el PRI dejó de ser el partido monopólico.

En dicha y gloriosa época para el pricolor, la selección de candidatos era más elegante: las fuerzas vivas de la sociedad acudían en tropel a la oficina del hombre probo, patriótico y comprometido con los intereses de las mayorías, a quien invariablemente encontraban alejado de la grilla y trabajando con denuedo y le expresaban su deseo de que fuera candidato y abanderado de las causas populares. Naturalmente, ¿quién podría negarse a una petición así? Desde luego, el pueblo se apelotonaba ante el elegido poco tiempo antes de que concluyera el mandato de su antecesor. Decía Fidel: “¡El que se mueva no sale en la foto!”. Simulación pura.

Ahora, al poco tiempo pero de iniciado el período del nuevo gobernante, los vivos con fuerza se auto-destapan buscando el apoyo de los dirigentes económicos y políticos y tratando de posicionarse en la mente de los ciudadanos para obtener su voto. Han convertido con este proceder a que el país esté en campaña permanente y la acción de gobernar pase a segundo plano. Hoy, en ausencia de Don Fidel, tendré que decir: “¡El que no se mueva no sale en la foto!”. Todo se negocia a espaldas del votante y baste como ejemplo los acuerdos para lograr alianzas entre partidos que histórica, ideológica y “ferozmente” han sido contrarios. Pura simulación.

En todo este lío político hay honrosas excepciones. Líderes intermedios en la escala de mando y más cerca de sus bases sociales que, al igual que sus agremiados, son sorprendidos por las decisiones desquiciantes de las cúpulas, sin embargo, surge de inmediato el milagro de la disciplina y muy pronto hayan argumentos para justificar la línea de acción que sus lideres les envían. Simulación obligada.

Yo, como veo doy. Y lo que veo son unas campañas que se basan en argumentos insustanciales para el pueblo y, además, trillados. Así no puede lograse credibilidad. Así, de plano mejor vendo mi voto, al cabo las campañas se han vuelto mediáticas en extremo y comerciales en lo ideológico. Prácticamente todos ofrecen lo mismo y ninguno dice COMO lo va a lograr. Así es frecuente escuchar entre los votantes expresiones como: -Déjate de habladas, que vas a dar ahorita, cuanto das y voto por ti. Simulación comercial.

Que vemos en las calles de Cancún atosigadas de fotografías, 2 o 3 en cada poste que, además de constituir un derroche de recursos ya sean públicos o privados, una carencia de
Contenido social. Vemos un material de alta calidad y estimo que por ello caro, “tirado” en la calle; vemos también el rostro de los candidatos con su mejor imagen (ayuda el fotoshop y al que no gane le queda el consuelo de colgar el poster en su egoteca) y, finalmente leemos el texto que al candidato le interesa que se nos grabe en la mente: “Greg Contigo GOBERNADOR”; “Alianza con la Gente Alicia Ricalde GOBERNADORA”; “En Borge si confío GOBERNADOR”.

Yo cuestiono, estimado lector, ¿porqué en las campañas políticas no se debaten las carencias de Quintana Roo, enfocándose como áreas de oportunidad? Eso es lo que un aspirante a gobernar los destinos de un pueblo debe tener presente todo el tiempo. Y vaya que son muchos los temas. Quintana Roo es una entidad que crece a una tasa del 4.7% cuando el país lo hace al 1%. Manejar esto es un reto tremendo, pero también es una gran oportunidad. No bien se ha satisfecho una necesidad cuando ya se tienen otras cinco en puerta. En 1970 Quintana Roo tenía menos de 90 mil habitantes; 20 años más tarde se aproximaba a la cifra de medio millón y en este año se registra una población cercana al millón y medio de habitantes. Este dato obliga a realizar mucho trabajo y poca política.

La confusión es tal que a la mezcla de los partidos, léase alianzas, hay que añadir candidatos que están en la calle (no es ironía) y candidatos, mejor dicho, candidato que está en la cárcel y se vale. El padrón electoral según el INEGI es muy importante, unas 850,000 personas, ya que equivale al 60% de la población total, sin embargo el día 27 pasado se publicó en Ultimas Noticias que Rafael Quintanar, destacado militante del PRD, asegura que están actualizando el padrón electoral y que su partido cuenta al menos con 60,000 afiliados en el Estado, esto es, el 7% del padrón electoral. Con esta cifra no se gana un gobierno estatal. Por este camino han de estar los demás partidos. Y volvemos a lo mismo, el ciudadano solo es visible en temporada de elecciones y el que las gana lo hace con el voto de los no afiliados, no con los de su partido.

En verdad, son muchas y concretas las áreas de oportunidad para mejorar la vida de los quintanarroenses en particular y de los mexicanos en general, como para perder el tiempo en denostarse unos a otros los líderes de los partidos en el gobierno o en la oposición. Tomemos otros ejemplos: en el país hay 2,455 municipios pero sólo 123 son gobernados por mujeres en tanto que uno de cada 5 hogares tiene jefa de familia; el Estado ocupa el lugar 31 en viviendas-casa pero el 2° en viviendas-departamentos, lo que quiere decir que se vive “apiñado” disponiendo de tanto territorio; la tasa de desempleo hace 5 años era del 1.9% anual mientras que la de hoy es del 5.4% con una tendencia para los próximos meses del 5.3%. Esto es inaceptable y fuente de grandes desequilibrios sociales. Esta tasa es mucho mayor si se considera el subempleo.

Desde el 2007 al menos, la banca participa solamente con el 10.4% de la inversión en vivienda y uno cree que la banca impulsa el desarrollo. Realmente el crédito brilla por su ausencia cuando debe ser su función básica y fuente principal de sus utilidades. Hoy en día la banca restringiendo el crédito obtiene grandes utilidades cobrando prácticamente por todos los servicios que presta y por los altísimos intereses que cobra en especial, por las tarjetas de crédito.

Insisto, hay muchos temas para debatir la mejor forma de resolverlos. Los candidatos deben concentrar su energía en el COMO solucionarlos y comprometerse a ello con la sociedad, sin notarios públicos de por medio, lo cual es una banalidad. Si se quiere refrendar la palabra empeñada durante la campaña, basta con que el candidato firme y publique en los periódicos sus compromisos. Punto. ¿Qué mejor notario que el propio pueblo?

sábado, 22 de mayo de 2010

UNA SEMANA DE INCONGRUENCIAS

La semana en curso ha sido verdaderamente desconcertante, plena de contradicciones y de incongruencias que si no rayan en el cinismo, resbalan en la ignorancia. No hay salida para los protagonistas y podemos obsequiarles con una oferta antes de ser fusilados por la opinión pública: ¿qué paredón prefiere usted para pasar a la historia, el de cínico o el de ignorante?

1. La incongruencia entre lo que se vive y se siente en México versus lo que declara el Presidente en sus giras internacionales es patéticamente asombroso. Como es posible que se declare abiertamente que la economía mexicana está en franca recuperación y que México es el mejor lugar del Mundo para invertir, cuando lo que vivimos es un amplio espectro de desempleo, pérdida consistente del poder adquisitivo y aumento incontenible de la inseguridad pública.

Nos desconcierta la aparente credulidad de los gobernantes extranjeros que se desviven en halagos y condecoraciones para el Presidente de México por su eficaz manejo de la crisis y el combate frontal y decidido a la delincuencia organizada. ¿Acaso en los otros países, anfitriones de nuestro jefazo, lo creen de verdad? ¿Es que no tienen embajadores en nuestro país que les informen a sus gobiernos lo que verdaderamente pasa en México?

La verdad se asoma ante este enredijo de incongruencias y, lo que vemos, es una sociedad internacional que se desenvuelve dentro del inaceptable marco de las simulaciones y que de esta manera tienden una cortina de humo para ocultar sus verdaderos intereses. Mientras le aplauden y le festejan a nuestro Presidente sus desatinos, le sacan por otro lado las garantías necesarias para invertir en los campos de su interés como son la electricidad, petroquímica, transportes y bancos entre otros varios sectores estratégicos, reservados al Estado.

2. El gobierno pide a Dios que los ilumine para tomar decisiones sabias y por otro lado declara que las cosas se magnifican por cuestiones de percepción, porque no han sabido transmitir correctamente los buenos resultados de sus trabajos. Dios les va a contestar en algún pronto momento: ni cómo ayudarte, ¿quieres que te ilumine para decir mentiras que se perciban como verdades? ¿Pues que clase de tontos crees que son tus gobernados? Les he dado inteligencia y eso ya no lo puedo cambiar.

Piense usted en el verdadero impacto de la crisis y sus perturbadoras y graves consecuencias: a corto plazo estamos viviendo un fuerte desempleo con un alza en el nivel general de precios que golpea directamente al grueso de la población, pero a largo plazo, será peor, porque el freno del gasto público, la inversión y el crédito, llevará a incrementar los rezagos en la infraestructura, la educación, la plataforma industrial, la refinación de petróleo, el tiro de gracia a los ferrocarriles y a los astilleros y, otra vez, a la espiral de la improductividad, Inflación y más desempleo. ¿Y más inseguridad?

3. Y que giros da la vida. Durante décadas, fueron incontables las voces que se alzaron con proba valentía y ejemplar arrojo en contra del gobierno que ejercía el monopolio de la censura y atentaba contra la libertad de prensa y expresión ciudadana. Hoy, es el sector privado quien detenta dicho privilegio y usted estará de acuerdo conmigo cuando Televisa anuncia con circunspección que dejará de informar al ciudadano preocupado y picado y temeroso, acerca de la desaparición del destacado panista Diego Fernández de Ceballos. Esta es una declaración unilateral e inaudita, así fuera por la causa más noble que se pudiera invocar, ya que el mismo derecho tienen los medios a informar como lo tiene la sociedad a ser informada.

Otro caso de similar regresión de la democracia, que adquiere rumbos inesperados, acangrejados diría la sabiduría popular, en la que los patos disparan a las escopetas, es la suspensión del juez Baltasar Garzón por haberse metido a deslindar crímenes cometidos durante la época fascista del franquismo (1936*1975) en la que se dieron más de 100 mil desapariciones de republicanos y el destino de más de 30 mil niños que fueron arrebatados a sus madres en las cárceles y entregados, según dice José Steinsleger, a familias del bando vencedor durante la dictadura. Cualquiera pensaría que desde 1976 a la fecha, había transcurrido tiempo suficiente para superar la dictadura, pues no, las organizaciones Manos Limpias y Falange Española, se querellaron ante la Audiencia Nacional y esta suspendió al famosísimo juez Garzón abriéndole un juicio por prevaricación. Así está la democracia en el mundo, de nuevo en su fase abstracta, la política como sinónimo de corrupción y la justicia como arma de represión. Como alguna vez expresó un personaje revolucionario: a mis amigos vista gorda, a mis enemigos aplíquenles la Ley.

4. Los políticos en campaña en Quintana Roo, según lo que está ocurriendo en Yucatán, más les vale que pongan sus barbas a remojar, ya que se vislumbra una cerrada batalla que por ahora parece estar dominando el PRI en las gubernamentales y el PRD en la municipales de Cancún, el municipio más robusto del Estado. César Nava entró al quite con la misión de recuperar todo lo que perdió su antecesor y, oh sorpresa, se estrenó perdiendo el municipio de Mérida inventariado por 20 años entre los activos del PAN.

Por supuesto que ese descalabro no solo duele si no que pone su chamba en la cuerda floja y buscará para compensar hacer lo contrario en Quintana Roo, pero con la gubernatura, ya que en Cancún dobló las manitas anticipadamente. Ana Rosa Payán, dos veces Presidente Municipal de Mérida, se le fue encima sentenciando que hay que saber perder, cosa que le llevará algo de tiempo porque apenas lo empiezan a surtir. Sin embargo, la falta de liderazgo y oficio no abonan a la desintegración de su partido que se agrava con la digna declaración de su candidata a la gubernatura, Alicia Ricalde Magaña, La Jornada 19.5.10, en la que advierte que si la dirigencia de su partido que trabaja más cerca del candidato del PRD, no la apoya, declinará su postulación. Naufragio político, dislocación táctica y ausencia de identidad ideológica. Así estamos.

5. Desde aquí, nuestro pesar por el fallecimiento del maestro Don Horacio Flores de la Peña.

sábado, 15 de mayo de 2010

TLC-CEE: Retrocesos a la Integración Regional

El Tratado de Libre Comercio (TLC), es un proyecto de integración multiregional entre Estados Unidos, Canadá y México, posterior al proyecto de la Comunidad Económica Europea (CEE), que al día de hoy la integran 27 países. Sin embargo, mientras los ciudadanos de la euro-comunidad pueden transitar libremente de un país miembro a otro ya que no requieren pasaporte, realizan sus transacciones con una misma moneda y fluyen capitales de los países ricos para apoyar proyectos de desarrollo en los países más atrasados, aquí, en el TLC, las cosas ocurren al contrario. Sin embargo, en ambos modelos de integración, se registran hoy en día hechos que apuntan más a retrocesos que avances.

En el caso del TLC, los capitales no fluyen a México (que es el único país atrasado), si no es para negocios con altos réditos y objetivos atados o para obtener utilidades extraordinarias en sectores estratégicos para las conveniencias del capital de nuestros “socios” o para recibir capital “golondrino”, meramente especulativo atraído por las altas tasas de interés; cada país sigue conservando su moneda y por lo tanto el tipo de cambio sigue siendo un elemento de especulación y desestabilización económica; y, finalmente, entre otras muchas inconveniencias del TLC, no solo no se ha dado un libre flujo de ciudadanos entre los 3 países, si no que para el caso de la frontera con los Estados Unidos nos siguen construyendo un muro en la línea divisoria y, en el caso de Canadá donde no se requería visa para ingresar a dicha nación, ahora nos la han impuesto de manera unilateral atendiendo a su muy real gana y soberanía por supuesto, pero desoyendo el espíritu de lo que significa la integración.

Apenas a 15 años de que México ingresó al primer mundo por la puerta falsa del TLC, lo que vemos es, en general, un duro resultado para nuestra economía. Hagamos una odiosa comparación para darle alguna dimensión a esto que digo que vemos. ¿Se acuerda usted de cuando el dólar valía 12.50 pesos mexicanos y la inflación en México iba a la par de la de los Estados Unidos? Eso fue en 1970 durante el último año de gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. Pocos años después dichos índices de inflación se fueron diferenciando, dicen que por la política de Luis Echeverría de “Justicia Social” porque el crecimiento económico no llegaba a los pobres. Bajo ese principio se dio vuelo al gasto público y en 1976, después de 22 años con un tipo de cambio a 12.50, el Gobierno inauguró un largo período perturbador con ciclos empobrecedores de inflación-devaluación-inflación.

Bueno, pues vamos a amarrar algunos cabos tomando como base el año de 1970 y, a partir de ahí, comparemos en términos reales el valor del poder adquisitivo de nuestro dinero en la etapa del TLC. En ese año de 1970, el tipo de cambio estaba en 12.50, como ya dijimos y el salario mínimo en 181 pesos reales; en 1994, año de inicio del TLC, el tipo de cambio se fue a $5,320 pesos por un dólar y el salario mínimo cayó a $73.96; actualmente, tenemos un registro en términos reales de $13,043 por dólar y un salario mínimo, también real, ¡de $54.80! Si quiere otro dato, ya no para sentir lo duro si no lo tupido, ¡el precio de la tortilla ha subido 1,043% en estos últimos 15 años! Más o menos de 1.15 a 12.00 pesos el kilo de 1994 al 2010. Hay quien me dice que es por falta de creatividad, porque en Madrid, sólo por citar un ejemplo, compra la tortilla de maíz importada de México, a 16 o 17 euros el kilo.
Haga usted sus cuentas y quizás se anime y hasta se convierta en exportador. ¿Por qué no se habrán dado cuenta nuestros nixtamaleros de esta gran oportunidad que brinda el comercio exterior? Sube el dólar a las nubes y baja el peso a los infiernos. Balancín peligroso. Ironías aparte, no cabe duda de que abundan las evidencias para decir que las albricias son dudosas y las nodrizas ciertas. El TLC no solo es ofensivo para nosotros en lo económico si no en lo moral. A más de 15 años de la formalización del TLC, nuestro país es más pobre, más dependiente y más ofendido. A los muros de concreto les montan púas como las de la Ley Arizona. ¿No podremos prescindir del TLC o al menos renegociarlo?

Por otro lado, cuando todo parecía que la nave de la CEE desplegaba sus velas a plenitud, un viento huracanado que se origina en Grecia, un pequeño pero admirado país de la Comunidad, le abre una inesperada vía de agua que a punto la puso de zozobrar; activó en el puente de mando una cadena de alarmas y, lo peor, es que puso ante nosotros un espejo de lo que pronto nos puede ocurrir, sin deberla ni temerla, aunque voceros de BANXICO aseguren que la fortaleza de la economía mexicana puede sortear ese y otros vientos.

En este rincón del mundo no podemos entender como pudo el gobierno de Atenas ocultar, con la
colaboración de Wall Street y la injerencia de su Ministerio de Finanzas, parte del endeudamiento heleno a la Unión Europea para cumplir con el Pacto de Estabilidad, que obliga a situar el déficit público por debajo del 2% del Producto Interno Bruto.

Ya no sabemos a quien creer. Las noticias nos sorprenden por inesperadas y de pronto como en un mal sueño se suceden en cascada las siguientes: el 12 de enero de este año, el Gobierno de Papandreou admite que
las cuentas públicas de 2008 y 2009 estaban mal. Grecia eleva su déficit de 2008 a un 7,7% del PIB desde el 5% comunicado en abril y hace lo mismo con el previsto para el 2009 al 12,7% del PIB, desde un 3,7% estimado antes. El mismo día que Atenas reconoce su abultado déficit, la Comisión Europea estudia poner bajo su supervisión directa al país por no entregar estadísticas correctas; el día 14 Grecia promete 'meter la tijera' a fondo para contener el déficit en 2012 por debajo del 3% del PIB; el 2 de febrero tras el Foro de Davos, el ministro de Finanzas griego, Giorgos Papaconstantinou, advierte de que España y Portugal serán los siguientes países golpeados por las dificultades para afrontar sus deudas; al día siguiente la Unión Europea pone bajo su supervisión las cuentas de Grecia; el día 4, se desencadenan la especulación y por temor a un contagio de la crisis griega, se provoca el mayor desplome del año de la Bolsa española. Y aún no salimos de la crisis inmobiliaria-bancaria provocada en USA.

El desenlace llevó a manifestaciones y muertes de empleados públicos y estudiantes. El gobierno aplicó medidas draconianas como bajar el sueldo de sus empleados, disminuir el pago de pensiones, aumentar impuestos a las empresas que más ganan, aumentar el IVA y el precio de los combustibles, el alcohol y el tabaco, entre otras, a cambio de 110,000 millones de euros que servirán principalmente para salvar a bancos alemanes y franceses atascados de bonos basura (así los calificó Standard & Poor’s) y, desde luego, endosar al pueblo una deuda sempiterna.

España tiene problemas, su déficit supera el 6%; Portugal va a la zaga y Angela Merkel puso a temblar a la CEE al declarar el 27 de abril que “no daré ni un céntimo” para el rescate de Grecia. Al final apoyó fuerte. Era eso o expulsar a los países insolventes de la CEE y, como lo veo, ese paso solo sería el principio de la desintegración regional de Europa. Y nosotros inermes, indefensos, sumergidos en la impotencia nacional, nomás “milando”.

sábado, 8 de mayo de 2010

La Ley Arizona: Una Buena Ley

La solidaridad en el mundo avanza con pasos muy cortos, donde avanza. En muchas regiones no se mueve y, en otras, que debieran ser ejemplo, retrocede a pasos de gigante, como es el caso reciente con la ahora denominada Ley Arizona, promulgada por Jan Brewer, Gobernadora del Estado del mismo nombre, de la Unión Americana, cuya costumbre es apropiarse de todo, nombres genéricos, tierras, productos, ganancias, etc.

La Ley en cuestión obliga, en esencia, a la policía local a hacer cumplir en el Estado leyes del ámbito federal, a sancionar a quienes protejan o ayuden a los indocumentados, así como a los que les extiendan un contrato de trabajo. La persona que sea detenida por este delito será encarcelada y posteriormente deportada. Si se da el caso de que el deportado tenga hijos nacidos en los Estados Unidos, éstos no podrán abandonar el país, por lo que, adicionalmente, las familias que enfrenten esta situación, a todas luces injusta por inhumana, sufrirán la pena de la separación.

Desde luego esta Ley es caldo de cultivo sazonado con ingredientes explosivos que datan de muchas decenas de años como la compleja vecindad fronteriza México-USA, la apropiación de territorio mexicano a partir de la intervención armada de los Estados Unidos a México (1848) con su vergonzoso Tratado Guadalupe-Hidalgo, el racismo anglo-sajón, la venta de La Mesilla por Santana (1853), el odio contra nuestros compatriotas que buscan un trabajo, el contrabando de mercancías y armas y, más recientemente, el avance del narcotráfico con sus oleadas de secuestros y asesinatos.

Dicha mezcla de problemas que genera una historia de infortunios, a veces olvidada pero siempre presente, por fuerza desemboca en un fenómeno social, económico y político, que de ninguna manera puede ser tratado unilateralmente con todo y que las naciones son soberanas en sus decisiones internas. En todo hay excepciones y esta es una de ellas porque existen poderosas e históricas razones para que cesen los agravios a los mexicanos.

El Tratado, por ejemplo, estipuló la protección de los derechos civiles y de propiedad de los 80 a 100 mil mexicanos que permanecieron en el nuevo territorio anexado y que representaban el 4% de la población de México. Sin embargo, cuando el senado estadounidense ratificó el Tratado, eliminó el Artículo 10, el cual garantizaba la protección de las concesiones de tierras dadas a los mexicanos por los gobiernos de España y de México. También debilitó el Artículo 9, el cual garantizaba los derechos de ciudadanía de los mismos.

Lo anterior, a su vez, provocó una atmósfera anti-mexicana que dio lugar a la violación de sus derechos civiles: en Texas, se les restringió el voto; en Nuevo México, fueron victimas de la violencia y en California, las autoridades aprobaron leyes contra ellos, algunas de las cuales se les conoció como Greaser Laws, o Leyes contra los Grasosos (grasoso siendo un término de desprecio). A fines del Siglo XIX, la mayoría de ellos perdieron sus tierras a través del despojo o del fraude.

Durante el Movimiento Chicano de los años 60, el líder de los derechos a la tierra de Nuevo México, Reyes López Tijerina y su grupo Alianza, invocaron el Tratado de Guadalupe Hidalgo en su lucha por recobrar las tierras que les fueron despojadas a los mexicanos de aquella época. En 1972, los Brown Berets, o Gorras Café, una organización de jóvenes activistas latinos, también invocaron el tratado cuando se apoderaron temporalmente de la Isla Catalina. (The Border).

Si recordar la historia nos ofende, pensar que por buscar trabajo en nuestra propia tierra (Arizona, La Mesilla) podemos terminar en la cárcel, no tiene nombre. ¿Qué nos impulsa a emigrar aún sin papeles? Pues mire: solo el PIB (Producto Interno Bruto) de Arizona equivale a la cuarta parte del de todo México; su territorio es un 20% mayor que el de Chihuahua, nuestra entidad más grande; su población total es apenas el 6% de la de nuestro país, unos 6.5 millones de habitantes; y para que no quepa duda, a cada habitante de Arizona le tocan 49,971 dólares al año contra 6,894 que recibe en promedio cada mexicano. Esta es la razón más poderosa que nos impulsa a emigrar: ¡basta con cruzar la frontera que está tan cerquita para que uno encuentre un trabajo siete veces mejor pagado que en México!

En el encabezado dimos a entender que se trata de una “buena Ley” y ello es así porque ha propiciado que en todo el mundo se recobre el interés, la necesidad y la urgencia de que el Congreso de los Estados Unidos realice la tan esperada reforma a Ley de Inmigración y da pie a que el Presidente Obama, quien ha criticado con sarcasmo la Ley Arizona, empuje a los Congresistas. Eso es bueno, particularmente si se considera que solamente en Arizona viven cerca de 400 mil mexicanos indocumentados.

Por otra parte, también decimos que es una “buena Ley”, porque desnuda el fondo de los verdaderos intereses de las clases dominantes de los Estados Unidos, que a través de esta Norma muestran con monumental cinismo el desprecio a quienes con su trabajo, mal pagado por cierto porque son “ilegales”, contribuyen a su riqueza, olvidando, entre muchas otras cosas, que la nación estadounidense creció sobre la base del despojo de tierras y se labró con el concurso de millones de inmigrantes que poblaron ese país por la buena y por la mala.

Ahora resulta que justifican la promulgación de la Ley Arizona basados en que su seguridad se ve amenazada; que responde a “una crisis que nosotros no creamos” (Brewer); que los ilegales han presionado el aumento de población a 600,000 habitantes en menos de 5 años; que los transgresores, mexicanos sobre todo, han asesinado a granjeros y empresarios muy estimados en la sociedad de Arizona. Las estadísticas criminales muestran otra cosa: de 2005 a 2008 los crímenes violentos disminuyeron en más de 1500 casos; los robos y delitos “menores” en el mismo lapso, pasaron de 287 mil a 279 mil; el número de detenciones registró un pico de 600 mil individuos en el año 2000, en tanto que para el 2009 dicho número disminuyó a 241,000. Es decir, el ambiente de seguridad ha mejorado. El que ha empeorado es John McCain.

El rechazo mundial a la Ley Arizona, demuestra lo evidente, que las fronteras sólo sirven para dividir. La existencia de fronteras es un absurdo más de nuestro mundo “civilizado”. Si se abren las fronteras la gente va a ir como siempre a los Estados Unidos y si no encuentra lo que busca se regresara a su pueblo. No porque se abran las puertas se va a vaciar México o Guatemala o Colombia, lo mismo que no por haber libre tránsito entre los estados mexicanos, se ha vaciado Yucatán o Tlaxcala y se han ido todos a Monterrey o al DF en busca de chamba. Las cosas no son así. Construyamos puentes, rompamos los muros que no están hechos de piedra si no de odios. Cae el Muro de Berlín y se levanta el de Arizona.

sábado, 1 de mayo de 2010

Futbol: Reglas para una Afición Defraudada

Salvo por honrosas excepciones y por las deliciosas botanas que uno ingiere sin tiempos de descanso, durante el desarrollo de un partido de futbol asociación, le queda a uno, al término del juego, una sensación frustrante por el aburrido deambular de los 22 jugadores en la cancha o por los frecuentes y a veces muy graves errores que cometen los árbitros habilitados como jueces, por obra de una Comisión que está integrado con representantes de los dueños de los equipos o, en juegos internacionales, por los silbantes designados por los tatiches de la FIFA.

Algunos de esos gazapos arbitrales alcanzan el rango de ofensa nacional como la mano de Henry con la que Francia eliminó a Irlanda del camino a Sudáfrica. La historia de las patadas registra varios casos garrafales. Errores que todos vemos y nadie corrige. Y, bueno, guste o no, el futbol es una actividad de interés nacional y por ello la importancia de opinar sobre el tema, particularmente hoy que da inicio la Liguilla del Futbol Mexicano y en junio próximo el Mundial de Futbol.

Para empezar, me declaro neófito en el juego y comparsa de la publicidad porque solo veo por TV o asisto, a los partidos que más se publicitan, esperanzado si no es que ilusionado, en que van a ser espectaculares y, en la mayoría de los casos, resultan normales, o sea, frustrantes. Caso concreto el partido (?) Milan-Barcelona del miércoles pasado, en el que el primero se encerró como ostra para defender 2 golecitos y lo logró. Pero no me debo quejar, ya que el transcurso del fraudulento partido (?) disfruté de varias siestecitas.

Sin embargo, también me declaro crítico observador de las cosas que no me parecen y que, como el último de los ciudadanos que les gusta el deporte, también meto mi cuchara buscando que los partidos sean más divertidos y más recordables y con eso paso a decir lo que me gustaría que ocurriese a fin de que el aficionado, mil veces defraudado, reciba un bálsamo de compensación:

  1. ARBITRAJE CON APOYO DE LAS CAMARAS: que los árbitros basen sus decisiones en lo que las cámaras les muestren y, para no hacer más lentos los partidos de lo que ya lo son, que los ajustes a sus decisiones arbitrales, los hagan en el intermedio y al final de cada juego. Así, se podrán anular goles dados por buenos o aceptar goles que fueron indebidamente anulados. La posición de la FIFA al respecto, es que no conviene permitir el apoyo de la tecnología porque el juego perdería su “sabor”, al eliminarse la posibilidad de la equivocación, inherente a todos los seres humanos y, por lo tanto, sugiero yo, a conservar la posibilidad de amañar los juegos.
  2. CAMBIOS DE JUGADOR SIN LIMITE: no se debe abusar de la capacidad física de los jugadores porque además de atentar en contra de su salud (lo cual es inhumano), a vista y paciencia de todo tipo de autoridades, reduce la energía con que se disputa el balón y desluce el espectáculo. Así, para que no se explote al jugador ni éste se “administre” durante el partido, deben darse todos los cambios que el entrenador juzgue necesarios. Que use a toda la banca y que haga 6, 7, 8 cambios, los que sean convenientes para mantener el dinamismo del partido.
  3. HABILITAR A TODOS LOS JUGADORES EN TIEMPOS EXTRA: si el partido llega a los llamados tiempos extras, durante los cuales el espectáculo ya se vuelve deprimente porque el público observa el sufrimiento del jugador que ya no puede ni respirar, que siente que el corazón se le sale del pecho y que los calambres lo agobian, entre otras muchas cosas, debe declararse que todos los jugadores que forman el equipo, tengan derecho a jugar de nuevo, como si el partido volviera a empezar, ya que de hecho así es.
  4. EQUIPOS COMPLETOS TODO EL TIEMPO: con el mismo fin de no demeritar el partido ni el equilibrio de fuerzas, el jugador que sea expulsado del juego, deberá de ser reemplazado inmediatamente. La gravedad de la expulsión deberá, en todo caso, ser analizada por un comité que determine la sanción que corresponda y que, como ya ha ocurrido, suspender a un jugador de por vida, si es el caso, de las canchas profesionales o amateurs. Naturalmente, esta propuesta da pie para realizar un debate específico sobre las alternativas de penalización para el equipo al que le expulsen un jugador. De hecho no debe de haber límite de expulsiones como no sea la capacidad de reemplazo de los que están en la banca.
  5. ELIMINAR O REPLANTEAR EL OFF-SIDE: lo que a los aficionados y no aficionados más nos gusta y más nos “prende” es, indudablemente, los goles que se aciertan en cada partido. Sin embargo, con la infortunada regla del “off-side”, nos dosifican los goles, los racionan, son poquísimos y los marcadores resultan en algo como 1-0, 2-1, o ya de plano ninguno, 0-0.¡Que quiten la aciaga regla del “off-side”! Lo exigimos el público que paga y sostiene el espectáculo. ¿No qué el cliente tiene la razón? Pues preferimos marcadores de 4-3, 5-2 o 9-6 pero nunca de 0-0. Entiendo que la regla del “fuera de juego”, se introdujo con la finalidad de adelantar las líneas y buscar más goles, superando así a los equipos “defensivos”, pero lo cierto, y lo que he visto, es que cada vez es más difícil anotar un gol.
  6. TIEMPO EFECTIVO: cuando concluye el partido el árbitro añade a voluntad unos minutos más como “tiempo de compensación”, lo cual indispone al público y genera cualquier tipo de sospechas por lo que respecta a favorecer a uno u otro de los adversarios. Esto se soluciona añadiendo la regla del tiempo exacto de juego, es decir, si se pactan 90 minutos de tiempo reglamentario, entonces cada vez que se detenga el juego por causas reales a tramposas de los jugadores, también deberá detenerse el reloj y reanudarse el conteo al tiempo que se reanuda el partido. Sin duda, esta regla hará transparente los partidos.
  7. NO MAS EMPATES: una más: que se acaben los empates. Ya se hizo un experimento en los Estados Unidos. No se como les fue pero me cuentan que la FIFA los paró en seco. Si el partido concluye 0-0 en el tiempo reglamentario de un partido, se debe pasar inmediatamente a definirlo en series de penales. Los puntos quedarían en 3 para el equipo que ganó en tiempo reglamentario y 1 para el que ganó en penales.

Ah!, que no suban el precio de las entradas en los juegos “buenos”. Que ya no le carguen la culpa de todo lo malo de un partido al bienintencionado nazareno. Que se ponga freno al despilfarro televisivo-publicitario: ¿Alguien puede calcular cuanto dinero se ha gastado, digamos los últimos dos años, en promocionar los tres partidos seguros que la “Verde” disputará en Sudafrica? ¿A cuanto ascenderán los beneficios? La pregunta que sigue, por obscena, no se puede publicar, pero no importa, usted la sabe.