sábado, 18 de septiembre de 2010

Y volver, volver, volver, …

Me dispongo a regresar a nuestro México lindo y querido. A revaluar y reconsiderar lo que somos, lo que podemos y lo que nos falta. A respirar aire limpio, a columpiar mi mirada en lo que algún día se llamó “la región más transparente del aire”. Territorio donde el frío aprieta pero no mata; donde el calor agobia pero no funde; donde abunda el agua y la tierra fértil; donde crece el maíz y cae la fruta sin apenas cultivarla

donde hay gente buena y educada aún sin pisar la escuela; donde hay solidaridad y afecto sin regateos para el propio y el extraño; donde se siente el orgullo de ser mexicano y de lo que significa nuestra música, comida, bailes y vestidos, manos artesanas, historia y luchas para fundar una nación, pirámides y templos, oro y plata, maíz y frijol, selva y mar, poesía y canción; humedad, esperanza, cultura.

En los lugares que estuve encontré serias contradicciones. De ellas no se puede seguir nada bueno. El conflicto está madurando y obligará, como antaño en la Francia de la Libertad, Igualdad y Fraternidad, a replantear un nuevo orden internacional. Como hasta ahora, esos países llevan la batuta y son ellos los que dictarán las nuevas formas de hacer las cosas y también, obviamente, serán los primeros en sufrir sus consecuencias de las que, lamentablemente, no estaremos exentos, porque nuestra libertad como nación está entrecomillada y, a 200 años de Dolores, los pueblos de Restoamérica siguen siendo dependientes, seguimos en la adolescencia del desarrollo económico. Lo que ahora está por verse es que nosotros no hagamos nada por influir en dicho proceso.

El ejemplo europeo más cercano, en general, a Restoamérica y, concretamente a México, es España. El PIB Per-cápita de España medido en dólares es de U$ 32,545 anuales, en tanto que el de México es de U$14,337, es decir, cada español gana un poco más del doble que cada mexicano, aunque en términos de enjundia laboral estamos parejones ya que en ambos países trabajamos lento. Pues bien, en España son riquillos pero su nivel de desempleo supera el 20%. De México más adelante seguiremos comentando.

En ese país se vive inmerso en un respetuoso orden pero con una fastidiosa monotonía. Me explico: el tráfico vehicular es ordenado, respetan al peatón, las calles y banquetas están perfectamente trazadas y niveladas; las vías rápidas son complejas, abundantes y eficientes; el transporte público es cómodo, pulcro y puntual; la atención en los hospitales públicos tipo IMSS, es rápida, eficaz y cumplida con previa cita; el centro histórico de cada pueblo es asombroso por su conservación, la calidad de sus edificios y monumentos y la diversidad de oferta cultural y artística. Pero salga usted del primer cuadro y diríjase a la periferia o transite por una carretera, todo le parecerá igual, bloques de edificios departamentales de estrechas dimensiones en infinita sucesión. La grandeza de su pasado se convierte en desgano urbano, en estandarización robótica de la vida y en frialdad de convivencia vecinal. En descargo, habrá que reconocer que este es un mal presente en todas las grandes ciudades.

También se observa en una ciudad como Madrid, situaciones que van desde el refinamiento en las grandes mesas, restaurantes, eventos y vestimenta de sus ciudadanos, hasta las expresiones cotidianas de la mayor vulgaridad y popularidad que usted se pueda imaginar. Porque una cosa es ser mal hablado como ocurre en muchas partes de nuestro país, en el trato personal y cotidiano y otra es ser soez, vulgar en la expresión y altisonante en la plática pública. Tan es así, que ni siquiera le puedo transcribir un ejemplo porque mi madre, si viviera, se volvería a morir y usted, me dejaría de leer.

Por último, entre otras muchas contradicciones, destaca el egoísmo social que esta haciendo de Europa un pueblo con envejecimiento colectivo. Es muy frecuente ver en la calle a madres y padres en edad avanzada, alrededor de los 40 años, con hijos recién nacidos. Alguien les dijo que primero se diviertan, que disfruten la soltería, que a lo sumo tengan 2 hijos y cuando eso suceda que paguen para que se los cuiden. Las consecuencias son múltiples: ¿quien va a pagar las pensiones de la gente que cada vez vive más? Si tenemos pocos hijos y tardamos mucho en tenerlos, ¿Quién va a mantener a los que pronto se harán viejos en relación a sus hijos y además vivirán más tiempo? En casi todos los países del mundo, unos por pobres y otros por viejos, el Estado confronta a la sociedad en cada ejercicio presupuestal, intentando afectar la partida de las pensiones.

Estimado lector, inercialmente parece que podemos así predecir nuestro futuro. Nos orientamos por vivir como los europeos y no digo USA porque al final es un pueblo europeo transplantado en América con la variante de pueblo democrático y avanzado en donde tienen cabida todas las razas del mundo, claro, sentados en las últimas filas, ya que en la práctica abundan sus ejemplos de discriminación y racismo. Me cuentan, porque no lo vi, que en Texas ponían letreros en algunos restaurantes donde advertían: “No damos servicio a negros, mexicanos y perros”. Mare, que lindo.

Que nos falta para ser un país desarrollado. Además de lo ya sabido, que tenemos recursos naturales con relativa abundancia, que tenemos un pueblo joven y fuerte, que nos falta un tramo de orden, disciplina y respeto para organizarnos mejor, que tenemos que bajarle un poco a la hueva y al trago y que ya no debemos pasarnos de vivos, por el bien de todos los que ya estamos y, particularmente, por los que nos vienen pisando los talones o están por nacer, tenemos, por encima de lo anterior, ¡que encontrar y reconocer nuestra identidad!

Digo la anterior porque no sabemos cabalmente lo que es ser mexicano (somos muchos México), no sabemos que festejamos en el Bicentenario de la Independencia (esta se reconoció en 1821, faltan 11 años), ya no sabemos de quien somos independientes, porque para todo y para ganar autoridad y validez sobre lo que se dice, subrayamos que ya se está haciendo en USA o en Europa. Todo lo copiamos (¿o nos lo imponen?, la moda, la música, las herramientas, los autos, la comida rápida, etc., etc. y, por si fuera poco, no sabemos que hacer para sacar a la mitad del país de la pobreza.

Bueno, pues lo anterior significa que debemos festejar el inicio de una Segunda Independencia, el reconocimiento de que somos un pueblo viejo, de origen indígena que ha venido evolucionando oprimido y lentamente, porque nos han engañado con que somos un pueblo nuevo, producto del mestizaje. Esta afirmación nos divide, nos confunde, no somos de aquí ni de allá. Divide y vencerás. No somos “Hispanoamericanos” o “latinoamericanos”, lo cual nos otorga una paternidad equivocada. En todo caso somos Indoamericanos, indios pues, que alguna vez fuimos invadidos, conquistados y saqueados por otros pueblos, interrumpiendo así nuestro desarrollo. Ser indios es nuestra raíz y esa debe ser nuestra identidad y motivo de orgullo y cuando rompamos la venda del mestizaje vamos a saber lo que somos y lo que queremos y lo vamos a lograr. Muchos “mestizos” se avergüenzan de sus paisanos indios. ¿Por qué no hablamos todos en Náhuatl o Maya? ¡Se oye tan bonito!

No somos más ni menos que otros pueblos. Pasa que la conquista nos ha confundido y eso lo promueven los nuevos conquistadores, empresarios de USA y de Europa y ahora de Asia. ¿Acaso no los mismos españoles fueron conquistados y sometidos por los árabes, incluso por más tiempo que ellos a nosotros y no se llaman Arabehispanos? A pesar de que les enchufaron una buena cantidad de sangre árabe, ¿no ellos se dicen solamente españoles? Y tantos pueblos conquistados por Roma y Grecia, ¿no mantienen su identidad? ¿Existe algún pueblo que se autodenomine Latinogalo o Grecoiraní? Ni maíz, Francia es Francia e Irán es Irán y a los Griegos, sus conquistadores, ni los voltean a ver. Pues así nosotros, somos Mexicas si ello engloba a los Olmecas, Zapotecas y Mayas entre muchos pueblos de este territorio que hoy llamamos México. Es más, ni siquiera somos indios, esos son los de la India. Somos Mexicas y punto.

Sigamos festejando este Bicentenario como el inicio de la 2ª. Independencia Mexica. ¡Viva la Independencia! ¡Vivan los próximos héroes! Apúntese, hay vacantes.

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