sábado, 20 de agosto de 2011

El Papa y la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ)

El Papa Benedicto XVI arriba a la ciudad de Madrid en medio de un desorden mundial: en México capturan a un asesino que declara haber ordenado unas 300 ejecuciones y haber efectuado personalmente otras 300; en Londres el gobierno está a punto de aplicar un toque de queda; en Somalia el pueblo se muere de hambre y la ayuda humanitaria es interceptada por las facciones de guerrilleros; varios países de Europa quedan en riesgo de inestabilidad ante el embate especulativo a sus economías; los inmigrantes sin papeles invaden las costas del sur europeo; un desquiciado mata a decenas de jóvenes inocentes en Noruega, otro asesina a su madre en España y una más, también en España, les quita la vida a 3 niños discapacitados. En el propio ámbito madrileño, se ha organizado una marcha “anti Papa”, convocada por la Asociación de Madrileños Ateos y Libre Pensadores, Redes Cristianas y Europa Laica, quienes rechazan la visita papal bajo el lema “De Mis Impuestos al Papa Cero”. Si algo falta, el objetivo de los «indignados» durante esta semana es la Jornada Mundial de la Juventud: a) emitir un comunicado en el que se invite al Papa a su asamblea; b) durante toda la mañana hacer presencia con besada y top-less en el Retiro donde se instalaron 800 confesionarios y c) para impedir el desarrollo normal de la JMJ colocar mesas informativas en las puertas de las iglesias, colegios con panfletos y octavillas en distintos idiomas, para darlas a las salidas de las misas y colegios donde se alojen los jóvenes peregrinos. Parece que el top-less no se realizó por falta de voluntarias.

Así está el mundo. Es terrible lo que pasa. Odio, cinismo e injusticia campean a los cuatro vientos. Pero también hay esperanzas: 450.000 jóvenes se han alojado entre ayer y anteayer en cerca de 5.000 colegios, parroquias, polideportivos y viviendas de familias que voluntariamente se ofrecen a acoger a peregrinos. Otro tanto, que se las arreglarán con sus propios recursos, sumando a los de casa, harán que esta cifra oscile en un millón de jóvenes que se reunirán para escuchar el mensaje del Papa Benedicto XVI durante el día de hoy y hasta el próximo domingo. Estaremos atentos.

Mientras tanto, el Gobierno reconoce lo que durante el último año ha defendido la organización de la JMJ. «Este acto no le cuesta ni un euro al contribuyente», ha reiterado una y otra vez el director financiero del evento, Fernando Giménez-Barriocanal que estima en 100 millones de euros el beneficio que dejará en España el paso de los peregrinos. Ni modo, en una economía capitalista siempre hay vivos que ganan, en la paz o en la guerra.

Por otra parte, el gobierno, socialista y todo lo que usted quiera, se alinea, ya que el Papa aunque viene en visita pastoral y tiene una agenda religiosa (misas, sermones, un viacrucis y una clausura espectacular en la base militar de Cuatro Vientos), va a ser recibido con honores de jefe de Estado, quizás para resaltar lo que dicen diversas voces oficiales, de que el Gobierno desearía que el Papa limitase su actividad a la faceta evangelizadora -lo ha expresado en voz alta el ministro Jáuregui-, pero se especula que Benedicto XVI tiene previsto repasar en sus sermones los problemas a los que se enfrenta su confesión en España.

Al respecto, las fuentes consultadas aseguran que los encontronazos entre la Iglesia y el Estado han sido frecuentes, sobre todo por la reforma de la ley de divorcio (el llamado divorcio express); la legalización del matrimonio entre homosexuales ("lo peor que le ha ocurrido a la Iglesia católica en 2000 años", según la Conferencia Episcopal), la experimentación con embriones, la asignatura de Educación para la Ciudadanía o la reforma de la ley del aborto y la propuesta para despenalizar la eutanasia. Contra algunas de estas leyes salieron a la calle en manifestación cardenales y obispos no hace mucho tiempo. El Papa tiene la palabra. Todos los demás estaremos esperando.

TROPEZON
La sangre del Papa Juan Pablo II, recorrerá México (91 localidades entre agosto y diciembre) y, como estarán las cosas, que la Conferencia del Episcopado Mexicano pide a las organizaciones criminales una tregua al menos en el recorrido del Papa. La petición del Episcopado legitima la existencia de una fuerza que el Gobierno no puede controlar. No pide al Gobierno protección, le pide tregua a los otros.

Madrid, Agosto del 2011
ricalmayab@hotmail.com
Columnista

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