sábado, 10 de julio de 2010

El Método de la Basectomía

La VASECTOMIA es una operación quirúrgica de esterilización de los varones, que consiste en cerrar el conducto deferente por el que salen los espermatozoides de los testículos. Esta operación, para efectos de control natal, dado que se practica poco, resulta ineficaz para que la multiplicación de la especie pueda ser frenada y con ella incontables males y sufrimientos que por abandono, ignorancia y hambre, sufren los párvulos echados al mundo. Tampoco resuelve el desconcierto emocional ni el desequilibrio económico de los también varones que se casan de buena fe y que a los ha traído locos desde el fallido paraíso por causa de la aparición inesperada de Eva.

Por lo anterior, querido lector, propongo, para resolver de una buena vez ambos problemas, aplicar una cirugía de mi invención que denomino Método de la BASECTOMIA. Me explico: se trata de una operación mediante la cual se hace una pequeña incisión en la base del cráneo (de aquí su nombre), con el propósito de cortar el flujo tropical (vale también para esquimales y climas intermedios), que genera el apetito sexual y con ello todo el sentido que tiene la mujer para el hombre. Es decir, después de esta operación, podrá verla de manera neutra, sin que le provoque emoción ni alteración alguna, vamos, ni la menor visión lúdica. Por ello, el método de la BASECTOMIA es superior al de la VASECTOMIA. Es 100% segura y se la practican fumando y charlando.

Respecto al desconcierto emocional, a quien no le ha pasado que a ciertas horas de la madrugada su dulce mujercita empiece a patear las cobijas porque la agobia el calor y se las amontone como acordeón prácticamente encima de usted, invadiendo con abuso de poder su mitad correspondiente de cama y atropellando sin miramiento alguno el único reducto que usted tiene de la recámara. Y así es, ya que si usted quiere leer o ver la TV a deshoras, con la mano en la cintura le dicen que porque no se va a otra recamara, que le va a espantar el sueño. Si usted por apantallar contesta: - ¿Y porqué no te vas tu?, la contra respuesta lo deja sin argumentos, -¡porqué es mi recámara! Y al día siguiente todo el barrio lo sabe, sin derecho de réplica.

Pero que tal si amaneciendo aprieta el frío, entonces su dulce compañera probablemente exclamará con gracia y delicadeza: -¡Qué chingón! Ya me dejó sin cobijas. Acto seguido y sin decir más, se levanta y va al baúl por otro cobertor.

Digamos que lo correcto y amable hubiera sido explicarle que uno no estaba abusando de las cobijas, que uno como siempre estaba tapado con una parte mínima y colgado como vampiro de la orilla de la cama. Que sólo era un efecto óptico producto de la penumbra, de su estado de somnolencia y de que el amontonamiento de sábanas y colchas hacía parecer que había una persona abajo, o sea, uno mismo. Sin embargo, porque no hace uno lo correcto, porque a cada momento uno se desconcierta. Lea lo que sigue y dígame si no.

Las dos primeras palabras del día fueron: -¡Qué chingón!-, entonces uno piensa, “esas palabras no son para mí, ¿estará soñando con alguien?”. Claro que si hubiera dicho: -¡Este pendejo ya me dejó sin cobijas! Ah, ahí si, enseguida se sabe que son para uno y se vería mal que no se le diera a nuestra dulce consorte la cariñosa explicación que le acabo de comentar. El eterno, “no entiendo a las mujeres”, lo cura la BASECTOMIA.

Otro gran beneficio de la BASECTOMIA, para el varón inteligente que se la practique, es el económico. Analicemos un caso típico de un joven que inicia la caza de féminas a los 17 años y que hasta los 26 se encuentra con una que se pone muy difícil, con él obviamente, a quien acaba ofreciéndole matrimonio sin medir las consecuencias: “Me he de comer esa tuna aunque me espine la mano”. Para ello actualizaré unas cuentas que hace 40 años nos dio un querido maestro y amigo, Don Marco A. Almazán:

1. De los 17 a los 25, ya sea con la misma o con nueve novias (una por año en promedio), el joven enamorado gasta entre flores, serenatas, cines, palomitas, preservativos (que no usa pero que tampoco revende porque la esperanza es lo último que se pierde), cenas, regalos de navidad, del 14 de febrero, de reconciliación, paseos de tanteo con las posibles suegras, cumpleaños de la suegra y suegro en turno, cuentón de teléfono, salidas a los antros de moda, etc., 65,000.00 pesos anuales. Si multiplicamos por 9 nos da $585,000.00

2. De los 25 a los 28, por ejemplo, cuando el joven cazador resulta cazado y la novia hace planes para la boda, misma que fatalmente se cumple, entonces al gasto anual de 65,000 pesos, solamente le añadimos el costo de la boda incluyendo salón, banda de música, pastel, trago, cena para 100 personas, tacos de cochinita y cervezas para el día siguiente, ajuar de la novia, viaje de luna de miel, invitaciones, tarjetitas y cualquier otro imprevisto, por un monto de unos 180,000 pesos, el total para esos 3 años se convierte en $540,000.00.
3. De los 29 a los 31, a partir del primer año de casados, se suman a los planes de traer a nuestro golpeado mundo, un hermoso bebe, los gastos en curso como la renta, alimentación, vestido, pagos a la tarjeta de crédito y abonos para muebles, entre otros muchos que, en el primer año de casado, puede ascender a unos $250,000.00 más algo así como 15 mil pesos el kilo de bebé por hospitalización, con lo que, pesos más o pesos menos, estos 3 años fácilmente pueden representar otros $900,000.00 y tres chiquillos en la cuenta cuya manutención al menos equivale a los partos correspondientes.
4. De los 32 hasta que el menor cumpla 25 años, si no es que negocian un tiempo extra, los gastos en esta etapa, considerando escuelas, médicos y medicinas, ropa, zapatos, diversiones, juguetes, autos y universidades en algunos casos, viajes, líos inesperados, transferencia de ahorros para malos negocios, etc., el costo por año se eleva a 450,000 pesos, modestamente, de estos del 2010 y conste que no exagero.
5. Multiplique la cuenta anterior por al menos 30 años y eso le dará la bonita cifra de ¡13.5 millones de pesos! Adicione los 2.035 millones de los puntos 1 al 3 y ya tenemos un gran total de 15.535 millones de pesos, que corresponde a la vida matrimonial de una persona responsable, con un nivel de vida digno, pero que al final no tiene ni un peso en su cuenta y, además, el resto de su vida tendrá que escuchar una dulce voz que entre sollozos o a reiterados maderazos, le reclama la mísera vida que le dio, donde lo único abundante fue la incertidumbre, la pobreza, las carencias y el abandono …….

Si esos 15.535 milloncitos de pesos, usted los hubiera ahorrado a una modesta tasa de interés del 10% anual, tendría, al momento de jubilarse después de 40 años de rudo trabajo,¡703 millones de pesos! ó ¡54 millones de dólares! en su cuenta bancaria y estaría usted espectacularmente atendido por el capitán de un buque de placer y un par de enfermerotas que le suministrarían oxígeno las 24 horas del día y sin oír quejas, ni reclamos, ni que le recuerden todos los fracasos de su vida, ni que usted se colapse por no haberme conocido antes y practicarse en su fogosa juventud la bendita BASECTOMIA.

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