sábado, 3 de julio de 2010

Del no se pudo al ... ¡Ya ni modo!

No piense usted que transitar del no se pudo al ya ni modo versa solamente de futbol, no, que va, el deporte de las patadas es lo menos importante y con esta mexicanísima expresión comentaré algunos temas tan controversiales como el ambiente de inseguridad que en forma desmedida crece en nuestro país, las nuevas formas del matrimonio y el deterioro de la economía popular que ocurre en el “primer mundo”, entre otros muchos asuntos de suma importancia.

La parafernalia del balompié fue desmedida por carecer de sustento, antipatriota por distorsionar los valores que dan identidad a un pueblo y superficial por pretender cambiar la mentalidad de una nación en base a una arenga motivacional lanzada a los cuatro vientos, en la voz del técnico de la Selección “Nacional”, principalmente desde las tribunas de las televisoras y estaciones radiofónicas, así como desde cientos de anuncios espectaculares ubicados en las principales calles y avenidas de todo el país. Imagínese a que siderales alturas hubiera llegado dicha persona y sus patrocinadores a través de la organización “Iniciativa México”, dado el caso de que la Selección hubiera ganado el mundial sudafricano. Acá entre nos, alcanzaría el nivel de santo por decir lo menos, lo cual le representaría prestigio, poder y dinero y el país seguiría igual, aunque algunos de los más fanáticos quizás dirían: “seré muy pobre pero lo campeón nadie me lo quita”. A que el anuncio grandilocuente de Aguirre por la TV ya no lo veremos más.

Esperamos, sinceramente, que en el próximo mundial la FIFA flexibilice sus anacronismos introduciendo apoyos electrónicos (recuerde el gol no otorgado a Inglaterra y gol en contra de México en fuera de lugar); que pueblo, gobierno y empresarios mexicanos lo miren como un deporte más y que se preparen sin alardes, con modestia y discreción presupuestal, para efectos de lograr una actuación digna y divertida. Por lo pronto y por las causas que sean, la Tricolor reprobó ante sus expectativas y, ¡ya ni modo!

La última línea de la defensa nacional ha sido vulnerada, así da testimonio la ejecución reciente de un alto rango militar en Cancún y la de un candidato a gobernador por el Estado de Tamaulipas, caricaturizada por el encarcelamiento de otro candidato a gobernador por motivos criminales. Los dos últimos en plena campaña electoral. Por si fuera poco, el Presidente de la República vierte otro testimonio de dicha vulnerabilidad al demandar el apoyo de la sociedad para redoblar la lucha contra las fuerzas que atentan a la seguridad y estabilidad de la nación.

Una de las razones por las que se elige a un gobierno en democracia es precisamente para garantizar la paz y la seguridad pública. Cuando el mismo gobierno solicita el apoyo de la ciudadanía para lograr dicha encomienda, equivale a un reconocimiento implícito de ingobernabilidad, que no pueden resolver un problema para el que fueron elegidos. El pueblo no gobierna ni se organiza paralelamente para ejercer sus derechos. Decir lo contrario, declarar que “vamos a gobernar juntos”, pueblo y dirigentes, es demagógico, al igual que pretender la acción eficaz de algunas ONG que tratan de llenar los vacíos que deja un mal gobierno.

La vulnerabilidad de todo el sistema de gobierno y defensa, que ya se veía venir, se ha hecho evidente con el asalto y muerte del candidato al gobierno de Tamaulipas. Así que, por la razón que sea, el gobierno ha sido rebasado en sus expectativas frente al combate contra el crimen organizado y no espere usted renuncias como las que demandó Alejandro Martí en su justificado y emotivo discurso: -¡Si no pueden, que renuncien!. Pero no, eso no va ocurrir, por el momento el gobierno sólo está reprobado, ¡Ya ni modo!

Después de tanto jaleo y alboroto que llegó a enfrentar a las cámaras legislativas, primero entre sus integrantes y a la postre con la Iglesia, hoy se conmemora (?) en Madrid, con diversas actividades y un gran desfile en el barrio de la Chueca, la Reforma del Código Civil del 30 de junio del 2005, para que personas del mismo sexo pudieran casarse y reconocérseles otros derechos como la adopción, la herencia o la pensión y que dio paso, en estos cinco años, a poco más de 16,000 bodas de gays y lesbianas, sólo en España.

Sin embargo, en medio de una intensa controversia social, se estimaba que el número de contrayentes pasaría de 100,000 parejas para los primeros 3 años lo cual quedó muy lejos de ocurrir según los datos que le hemos mencionado y que aporta el Instituto Nacional de Estadística (INE). La polémica ha desaparecido, el tema ya se acepta y los que no al menos lo toleran, incluso los familiares directos, pues la misma fuente estadística reporta que sólo en el 20% de los casos se registra la ausencia de los padres.

Lo importante aquí para destacar, no es que sean relativamente pocas las bodas entre homosexuales, si no que el matrimonio no es una prioridad para todos ellos como tampoco ya lo es para personas heterosexuales, es decir, ahora se casan menos los jóvenes. ¿Porqué? Porque los tiempos cambian, el matrimonio ya no responde a los actuales ritmos de vida ni a los ideales que se proponen los jóvenes y que tienen que ver con proyectos de estudio, de trabajo, viajes a otros países, búsqueda de experiencias y múltiples proyectos alternativos, antes que casarse y ser padres.

Al parecer, una pareja puede sentirse enamorada, mantener su independencia, no necesitar del vínculo matrimonial ni de tener hijos y no dejar de sentirse bien por todo ello. En el fondo, lo que se demuestra y se está viendo, es que el matrimonio como institución pasa por una crisis que parece irreversible y, pues bueno, ¡Ya ni modo!

Ante las medidas de austeridad presupuestal con cargo al pueblo griego y puestos España y Portugal en lista de espera debido a sus excesos deficitarios como proporción del gasto público al producto bruto interno, José Luis Rodríguez Zapatero, el Presidente del gobierno español, aseguró que haría lo necesario para ajustar las finanzas públicas sin afectar los intereses de su pueblo.

Pues mire que entre la Merker y Obama lo pusieron en su sitio y la cuenta del ajuste ya la está recibiendo el pueblo español: 7000 trabajadores del Metro en huelga, pusieron de cabeza a 2 de los 6 millones que tiene la ciudad de Madrid; a los trabajadores del gobierno se les reducirá la paga un 5%; se despedirán empleados públicos con el pretexto de duplicidad de funciones; el IVA aumentará del 16 al 18%. Total, la prensa le pide que si no fue capaz de defender a su pueblo que renuncie. Como en México o en Grecia, lo primero continuará, lo segundo, no, nadie va a renunciar. Vendrán otras huelgas más, algunos alborotos callejeros, un par de toletazos de la policía y quizás algún manifestante muerto y los dirigentes exclamarán: “tal vez fuimos un poco duros, pero había que garantizar el orden y la seguridad pública, así que, ¡Ya ni modo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario