sábado, 19 de febrero de 2011

Estado sin Secretos

Francisco Blake Mora, nuestro flamante Secretario de Gobernación, ha de haber sentido que la Virgen le hablaba cuando su secretaria le dijo: “jefe, Janet Napolitano quiere hablar con usted y por el tonito que se le oye no tardan en invadir México y extender la frontera gringa hasta San Luis Potosí. En la línea 2 está Sarkozy, ¿a quién le paso primero?” A Janet, por supuesto, pásamela, pásamela –le urgió el Secretario-, a quien su color serio no le fue suficiente para disimular la palidez facial que tal llamada le provocó, puesto que ya sabía del ataque a los agentes estadounidenses Jaime Zapata, lamentablemente fallecido en el acto y a Víctor Avila quien, pese a sus heridas, sobrevivió a la balacera. Ambos elementos estaban asignados a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), agregada a la embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México.

- Señora Napolitano, jaguar yu –ha de haber dicho Blake Mora muy sacado de onda-, le ofrezco una investigación profunda para esclarecer la agresión contra sus agentes.

- Mister Secretario –ha de haber contestado Napolitano-, en primer lugar no son mis agentes, pero como sea, un ataque contra alguno de ellos, es un ataque contra todos los que están al servicio de Estados Unidos. Sepa usted que condeno enérgicamente dicha agresión y que al mismo tiempo nos mantenemos comprometidos con el amplio apoyo que hemos acordado para combatir los actos criminales en México. El Gobierno de los Estados Unidos –siguió diciendo la señora Napolitano, ya embalada al no escuchar ni un respiro del otro lado de la línea-, se encuentra triste y ultrajado por el asesinato de nuestro compatriota Jaime Zapata y por las heridas de su pareja, Víctor Avila, por lo que esperamos de usted su mayor colaboración para capturar a los responsables que deberán enfrentar a la justicia.

- OK, señora, le reitero mi ofrecimiento de realizar una investigación profunda.

- No me estas entendiendo baby. Esta investigación criminal la encabezan ustedes pero la haremos nosotros, ustedes juntar a sus expertos tehuacaneros y nosotros poner al FBI y no olvidar que los Estados Unidos se mantendrá implacable para garantizar la seguridad fronteriza, para nosotros, claro, y apoyar a ustedes a desbaratar y desaparecer a todas esas bandas de narcotraficantes que los matan a ustedes y que ya nos están asesinando a nosotros.

Hasta aquí, estimado Lector, la inevitable charla que sostuvieron Janet Napolitano, Secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos y el Secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, cuyos diálogos son fáciles de imaginar porque de alguna manera se desprenden de los comunicados oficiales y declaraciones en entrevistas que ambos han difundido a través de los medios de comunicación. Sin embargo aún no se da respuesta a las dudas que nos asaltan como mexicanos preocupados por entender una soberanía que no sabemos hasta donde ha sido vulnerada.

Por principio de orden, nos preguntamos que es esa oficina denominada ICE, agregada a la Embajada de Estados Unidos. Para ello, me dispuse a navegar por Internet (navegar, caray, en una computadora acabó el Sol, el mar y el grato rumor de las olas y de las chelas), y encontré en El Universal, la siguiente nota: “La embajada estadounidense detalló que el ICE, al que pertenecían los agentes atacados, cuenta con personal en 69 ciudades de 47 países alrededor del mundo. Ellos coordinan investigaciones contra organizaciones criminales transnacionales y fungen como vínculo entre la Agencia y los gobiernos de diversos países y sus agencias de procuración de justicia. Los agentes especiales de ICE utilizan su autoridad aduanal para brindar información y apoyo en investigación de casos al trabajar con sus contrapartes mexicanas. Este esfuerzo conjunto se aboca a una amplia gama de crímenes transfronterizos que incluyen narcotráfico, explotación infantil, trata de personas, contrabando de armas, narco-túneles y contrabando de dinero en efectivo". (Subrayado mío).

Como usted podrá apreciar, no es una tarea menor, ya que los objetivos que justifican su presencia son de vital importancia para la sociedad pero de alta ingerencia en los asuntos de gobernabilidad. Pero entonces porque no saber cuántos “diplomáticos” son agentes encubiertos. ¿Por cuestiones de seguridad? ¿Por eso se les prohíbe portar armas? Entonces la policía uniformada que es visible y está expuesta, por eso si puede usar armas. Pero, bueno, atrás de esta aparente simpleza, surge justamente uno de los elementos trágicos que potencian y enervan el desarrollo de las acciones criminales: ¿quién fabrica las armas de alto poder?, ¿porqué Estados Unidos con toda su fuerza y tecnología no puede blindar la frontera y erradicar el contrabando de armas hacia México? ¿Habrá caído en la cuenta la señora Napolitano que el arma que segó la vida de su compatriota se fabricó en los Estados Unidos?

¿Cómo pueden saber tan rápidamente los legisladores estadounidenses que sus agentes fueron emboscados en la carretera 57 por sujetos armados que iban en dos camionetas? Aquí se dicen otras cosas, por ejemplo, que fueron atajados en un falso reten y al identificarse como diplomáticos los balearon. El caso es que el Estado Mexicano no tiene secretos y eso significa vulneraciones muy graves a la seguridad nacional, que los cárteles se han infiltrado a la propia Secretaría de Gobernación y a los agentes mexicanos o gringos, que colaboran para combatir las diversas formas de crímenes que ya mencionamos. Estas preguntas deberán ser contestadas por Víctor Ávila, el sobreviviente.

Unos hablan de un ataque casual, otros de una emboscada, unos más que el ataque fue perpetrado por los Zetas pero, a ciencia cierta, nadie sabe los motivos por ahora y, si surge a mi modo de ver, una posible advertencia: ¿Por qué dejaron vivir a uno de los agentes si fueron rociados por docenas de balas de metralleta? Posiblemente para que lleve un mensaje a los Gobiernos de México y Estados Unidos que no nos van a decir a la ciudadanía. Pero no se preocupe, estimado Lector, en cuanto lo suban al expediente “TOP SECRET”, nos enteramos todos.

Esta narcoguerra, cada vez se pone más difícil para México. Nuestro país pone los muertos (ya son alrededor de 35,000) y los Estados Unidos las armas y las balas y nos presionan porque se sienten ofendidos. Y vea si no: el diputado McCaul declara que este ataque debería ser una llamada de atención para el Presidente Barack Obama y así comprendiera que tienen una guerra a las puertas de su nación; Eric Holder, el Procurador de Justicia, afirma que la investigación la dirigirá el FBI a fondo, agresiva y con todos los recursos disponibles para detener a los culpables. ¿Patria soberana o suave Patria?

-¿Lic., le paso a Sarkozy?, o lo transfiero a Relaciones Exteriores…

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