lunes, 21 de marzo de 2011

JACARANDAS DE QUERETARO

Jacaranda, Flor de Querétaro,
Iris suave y emotivo, sugestiva, elegante,
Desmayada sobre el fondo negro de tus ramas.

Jacaranda, flor de invierno en abril,
Lunario natural que omite
El nimio calendario de los hombres.

Jacaranda, que despides el invierno
Y el duro cierzo en sorpresivo parpadeo,
Anunciando el florido cosuelo del renacer.

Jacaranda, que desnuda ante mis ojos
Te cruzas como parvada danzarina,
En el camino que a diario atisbo.

Camino que tus pétalos en el aire,
En el agua y en el piso, convierten en recuerdo
Un espacio donde tú, estando siempre, no estabas.

Sendero que el matiz de tus cálidos colores
Vuelve canción, romance, promesa,
Ensoñación queretana de añejo suspirar.

Jacaranda, espigas de color… ¿de que color?
¿Cómo llamar al color de tus pétalos?
¿Con que tono el donaire y la gracia se pintan?


Querétaro, inspiración azul a cielo abierto,
Cantera rojiza que a la distancia fascina,
Misterio colonial en tus calles y muros y cúpulas.

Acueducto centenario, monumental, que a su vera
Preñado es de espontáneas jacarandas
Que aletean coquetas, acicaladas, perfumadas.

Santiago de Querétaro, también llamarte
Quisiera, ¡Querétaro de las Jacarandas!
Amparo te da Santiago y elegancia tus efímeras flores.

¿De que color eres, misteriosa y fugaz Jacaranda?
El lila como emblema no te queda;
Como divisa el morado, muy lejos;

Un cándido azul suave, mucho menos.
Que Dios nos ilumine porque no hay color para ti.
Algo justo bullirá por tan prolongado olvido

Y ello es, que no habiendo color para tu flor,
Póngase entonces tu nombre al color
Y ofíciese, a partir de hoy, ¡el color Jacaranda!

Carlos E. Ricalde Peniche
Santiago de Querétaro, abril 27 del 2010.


No hay comentarios:

Publicar un comentario