sábado, 12 de marzo de 2011

¿Quién nos está pegando?

Las grandes noticias nacionales que pretenden ser buenas y tener un efecto estimulante y esperanzador en la población, la verdad, por más que intento colaborar solo consiguen aumentar mi desconcierto y desilusión acerca de que las cosas serán mejores en el futuro. Sirvan de ejemplo, por una parte, la declaración del Secretario de Economía cuando con gesto serio declaraba que una familia bien organizada podía, con un ingreso de ¡$6,000 pesos!, pagar la hipoteca de una casa, la mensualidad de un coche y llevar a sus hijos a un colegio de paga, entre otros gastos familiares. Después aseguró que fue mal interpretado pero la burla que sentimos todos los mexicanos, porque hasta los ricos se destantearon, ya no se puede quitar.

Es posible que al hablar por otras personas el Secretario estuviera pensando en los Diputados, por ejemplo, a quienes, pesos más o pesos menos, el ingreso mensual no solo les alcanza para la hipoteca, el coche y el colegio privado, si no hasta para el despilfarro. Juzgue usted: un Legislador federal recibe un sueldo de $105,370 a los que restando impuestos le queda un ingreso neto de $77,745; a esta cifra agregue el 12% por concepto de fondo de ahorro, $28,772 para ayuda ciudadana sin necesidad de comprobación, , ¡$45,786 por asistencia a la Cámara! O sea, un premio por cumplir con lo que es su obligación básica, ¡asistir a su centro de trabajo!; añada usted una póliza de Gastos Médicos Mayores para toda la familia, 4 boletos de avión al mes, quien sabe cuanto de vales de gasolina y despensa, más el pago de telefonía celular y el aguinaldo entre otros ingresos. En resumen, estos ciudadanos según Milenio diario, ganan $1,869 por hora, cifra que, comparada con el salario mínimo diario de $59.82, equivale a decir que un trabajador con salario mínimo tiene que trabajar ¡un mes para ganar lo que un Diputado en una hora! Esto no puede seguir así. El que aspire a ser Diputado debe tener vocación de servicio público para recibir un sueldo como decía Juárez, en la honrosa medianía, nunca para hacerse rico, si no lo necesario para servir a sus conciudadanos sin intereses económicos de por medio.

Otra noticia que nos presume el Banco de México y la SHCP, es la rompedera de récords que semana a semana tenemos (¿?), como nunca antes en la historia económica de México, respecto del saldo en la Reservas Internacionales. Uno de los últimos reportes de Banxico, fechado al 18 de febrero de este año, ubica el nivel de Reservas en casi ¡120,000 millones de dólares! Y lo declaran con tan grande satisfacción como grande es a mi el frío que me produce, amén que me recuerda el viejo chiste del boxeador que está siendo verdaderamente masacrado por su rival y que, en el minuto de descanso, su manager le dice: “Kid, vas bien, vas bien, no te ha hecho nada”; a lo que el Kid responde, “pues que detengan al réferi, ¡porque alguien me esta rompiendo la madre!” Algo así pasa en México, nos dicen que todo va bien, que las finanzas nacionales están en orden, que los agentes económicos internacionales nos ven con buenos ojos, que el riesgo país es de los más bajos del mundo subdesarrollado, que nuestra capacidad de endeudamiento está más firme que nunca y nuestro nivel de Reservas Internacionales (léase pinchurrientos dólares que no tienen respaldo real) nos avala cualquier obligación de pago y, nosotros, los de abajo, el pueblo, lo que sentimos es más bien la lumbre de que todo se nos vuelve más caro y el salario o la pensión cada vez alcanza para menos. ¿Quién entonces nos esta rompiendo la madre? Tratemos de encontrar una respuesta.

Averigüé como se integra el rubro de las Reservas Internacionales, que es el monto de divisas o moneda extranjera, básicamente dólares de los Estados Unidos, en custodia por el Banco de México. Las reservas se integran, pues, con la suma acumulada de las ventas (exportaciones) de petróleo crudo, la contratación de créditos en el extranjero y los movimientos del público (empresas y particulares). Cuando a Pemex le pagan sus exportaciones de petróleo, el Banco de México se queda con los dólares y a cambio le entrega pesos a la empresa; igual se hace cuando el gobierno mexicano obtiene un préstamo del exterior, el Banco de México se queda con los dólares y al gobierno le entrega pesos a un cierto tipo de cambio. De aquí se sigue que cuanto más grande sea el volumen de Reservas acumuladas, mayor será la tendencia a disminuir el tipo de cambio, ya que cuando Pemex o el Gobierno rescaten sus dólares para hacer frente a sus compromisos de pago con el extranjero, no necesitarán tantos pesos para devolver a Banxico. Esto está bien, pero para saber en que beneficia al pueblo, sería necesario conocer el destino que da el gobierno a dichos pesos así como las proporciones que destina a cada sector de la economía.

En cuanto a la parte del público, parecería que la baja en el tipo de cambio estaría favoreciendo a los especuladores a comprar hasta hincharse, dólares baratos, lo cual parece que en esta ocasión no va a ocurrir por el actual control de cambios, porque si no ¿a quien le están engordando el cochinito para las habituales devaluaciones de fin de sexenio? Por lo visto esto ya no va a volver a pasar. De todas maneras, ¿sabe usted que hace el Banco de México con los dólares en reserva? Pues los deposita en los Estados Unidos en bonos del tesoro a una tasa de interés de menos del 1% anual, mientras que los créditos contratados son obviamente a una tasa mayor. El mismo banco reconoce que estas reservas nos cuestan a los mexicanos un diferencial de 6 puntos que equivale, en dinero constante y sonante, a ¡3,000 millones de dólares anuales! Haga usted sus cuentas: cada vez que nos digan que las reservas rompieron récord, significa que a nosotros nos rompen la progenitora porque tendremos que pagar más por tan dudoso honor.

En buen plan, no puedo unirme al festejo de las reservas cuando leo que al mismo tiempo el precio del maíz también rompió récord al llegar este marzo a $5,200 pesos la tonelada, viniendo de 3,600 apenas en enero pasado; el frijol aumentó de 12 a 13,000 pesos por tonelada; el salario por misericordia del señor aumentó un 4%; importamos el 42% del consumo nacional de gasolina que el gobierno dice que subsidia y no es cierto ya que la importa a 7.15 el litro y nos la venden a 8.85. Un barril de petróleo se vende ahora en 95 dólares gracias a que están matando al pueblo libio con lo que la ley de la oferta y la demanda no puede mostrarse más inhumana. El mercado no tiene corazón. El puro aumento de la tortilla se engulló el aumento al salario mínimo. ¿A quién entonces beneficia el aumento de las Reservas? ¿Quién nos está golpeando? Por lo que se aprecia con las cifras recopiladas y por la lumbre que nos llega como a Cuauhtemoc, se puede deducir que las Reservas Internacionales benefician al sistema financiero globalizado y el que nos está golpeando es el gobierno al cargar los dados del lado de un sistema económico, comercial y financiero, también globalizado.

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