sábado, 28 de mayo de 2011

Reforma Electoral y feminismo oportunista

En Querétaro, del 24 al 26 de mayo de este año, se llevó a cabo el “Foro para la Reforma a la Legislación Electoral 2011”, convocado por el recién constituido Consejo Electoral del Instituto Electoral de Querétaro (IEQ) y remarcado por lo que parece ser una simple ocurrencia o, concediéndoles que actúan de buena fe, una generosa invitación a la participación ciudadana, siempre relegada, siempre al último: ¡Ahora te toca hablar! Bonito lema. El Instituto Electoral de Quintana Roo, ya debe poner las barbas a remojar.

Entrando en materia, un inesperado número de ponentes, se mostró entusiasmado con este auspicio del IEQ y declaró que celebraban la realización de dicho Foro y, consecuentemente, la iniciativa de los Consejeros del IEQ. Francamente, estimado Lector, no había causa para celebrar, más aún, queda motivo para lamentar profundamente que los Consejeros del IEQ hayan convocado ese Foro con propósitos reformadores y que no haya sido por una iniciativa ciudadana la cual, por el contrario, invitara a participar a las mesas de análisis a los Consejeros y Diputados. En verdad es lamentable porque tal evento es una evidencia más de la incapacidad de los ciudadanos para organizarse. Es lamentable también, porque de esta manera la ciudadanía está dando un aliento de legitimidad a los actuales Consejeros que fueron elegidos por una fracción de Diputados, que no sumaron la mayoría calificada para tal fin (17 de 25 votos posibles). Es igualmente lamentable que los Consejeros sean así, representantes de los Diputados que, a su vez, son los representantes de los partidos políticos en la H. Cámara correspondiente. Con este manoseo, lo que queda claro, tan claro como las aguas del Caribe mexicano, es que los ciudadanos no tienen quien los represente.

Tampoco es objetable, de ninguna manera, que los ciudadanos acudan al llamado de estos foros porque las oportunidades de hablar son pocas y hay que ir a todas. Ellos, los que convocan, lo saben, de ahí su lema con palmada al hombro: “órale, te toca, di todo lo que quieras, nos urge hacer algunos de los cambios que nos pidas para no cambiar lo que ya logramos”. Si señor, cambiar para no cambiar. Política del gatopardismo. Y ahí están los Consejeros, haciendo uso de una autoridad ciudadana sin ser representantes de los ciudadanos por la sencilla razón de que no fueron elegidos por ellos. Apreciado Lector: juzgue usted a quien representan los Consejeros Electorales: 1) La Ley correspondiente precisa que el número de Consejeros del IEQ debe ser de 7 y está funcionando con 6 y, ¿sabe usted?, así se va a quedar, porque el PRI y sus aliados ya eligieron y al PAN, que asegura que esos 6 fueron impuestos, no va a condescender proponiendo a uno de su lado ni aprobar con ello el “cochinero”, así lo han denunciado, que ha realizado el PRI. El actual Consejo del IEQ es del PRI, que se queden con él –siguen diciendo- y, propongan al que propongan para nombrar al 7° que falta, el PAN no va a votar a favor, hecho que no tendría la menor importancia ya que si 15 Diputados eligieron a 6 de los 7 Consejeros, pues ya saben el camino para elegir al que falta. Porque no lo nombran, ¿cuál es ahora el problema? Al PAN le da lo mismo que sean 6 o 7, al cabo ninguno de los Consejeros ha sido propuesto por ellos –aseguran- a pesar de que tienen el mayor número de Diputados de la actual Legislatura de Querétaro. 2) Si se revisa lo que pasa a nivel nacional, cualquiera se puede quedar perplejo (si, leyó usted bien: perplejo) al observar que desde hace varios meses no ha sido posible elegir a tres Consejeros del IFE, por la sencilla razón de que los partidos políticos no logran imponer al candidato de sus simpatías. Caro Lector, ¿de quién es entonces el órgano electoral? ¿a quienes representan sus Consejeros? Obviamente, a los ciudadanos, no, aunque en teoría se constituyó para ellos.

Entre las reformas que se proponen, hay una que igualmente lo deja a uno perplejo. Es la que hizo la Sra. Carmen Conciliación González, a quien de una vez le pido que me conceda una disculpa si no tomé nota correcta de su segundo nombre. La Sra. González argumenta inequidad de género destacando que es abrumadora la mayoría de hombres en relación a las mujeres, que ocupan un cargo público, ya sea de Diputados, Presidentes Municipales, Gobernadores, Magistrados, etc., con el agravante de que cuando los partidos políticos nominan a una mujer, casi siempre la mandan a la segunda fila, es decir, como suplentes o a contender en comunidades que saben perdidas de antemano. Entre las varias propuestas que hace, destaca la inclusión de un artículo que obligue -así lo dijo- a los partidos políticos a que sus candidatos a puestos de elección sean mujeres en un 50%. Argumentar algo en contra de una propuesta feminista, hoy en día es un anatema social, un tema tabú, una ofensa y un riesgo de ser calificado de misógino y perder muchos votos con ello. Pese al clima adverso hay que decir que no es una posición democrática exigir cuotas de poder solo con el respetable pero escaso argumento de ser mujer. Cuotas de poder para nadie, ni hombres ni mujeres.

Quizás algunas de las más fervientes feministas no se han dado cuenta de que reclamar igualdad cuando no se es igual, es un argumento perverso que ha traído a la humanidad dolorosas experiencias. No se debe tratar igual a los desiguales. La naturaleza no los hizo iguales y por ello, entre otras razones, no se debe tratar igual a un hombre que a una mujer, como no se debe atizar el mismo impuesto a una persona de bajos ingresos que a otra que obtiene muy altas ganancias. La democracia no solo es una cuestión de participación, también lo es de competencia. Es necesario, eso sí, que se garanticen y se alienten todas las formas posibles de participación, los preceptos que son trascendentes y que están consagrados en la Constitución de 1917, como es el derecho a votar y ser votados. Es un derecho fundamental de las mujeres y de los hombres cuya nacionalidad es mexicana. Por ello es inconstitucional exigir cuotas de poder por cuestiones de género. La propia Cristine Lagarde, ministra francesa de economía, ha declarado que sería ofensivo que la nombraran para dirigir al Fondo Monetario Internacional, por causa de que ya es tiempo de que una mujer asuma dicho cargo. -Si llego, será por méritos y capacidades propias de mi intelecto, no por mi condición de mujer – Así, tajante, ha sido la respuesta de Madame Lagarde. Yo, votaría por ella.

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